Por Juan San Martín
Como dicen sus compañeros, Marcelo era muy generoso a la hora de compartir valiosísima información musical. Sin duda fuimos muy afortunados por compartir con él ideas, enfoques y momentos musicales preciosos, aprender a través de su mirada diferente y saborear cafés e interesantes conversaciones en estos años pasados entre clase y clase.
Nos lo han arrebatado demasiado pronto, demasiado rápido. No solo es una pérdida de un compañero y amigo, sino también de parte de nosotros mismos en tanto se corta el flujo de experiencia de los proyectos comunes presentes y futuros. No dejemos que el dolor y el inmenso vacío que nos deja borre nunca el recuerdo de su sonrisa.
Buen viaje, maestro.